EL OESTE DE PUERTO RICO: UN PARAÍSO DE PLAYAS SOLITARIAS, NATURALEZA Y CULTURA POR DESCUBRIR
En el corazón del Caribe, Puerto Rico es una perfecta mezcla de herencia española, ritmos afrocaribeños, exuberantes paisajes tropicales y encanto isleño. |
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EL OESTE DE PUERTO RICO: UN PARAÍSO DE PLAYAS SOLITARIAS, NATURALEZA Y CULTURA POR DESCUBRIR
En el corazón del Caribe, Puerto Rico es una perfecta mezcla de herencia española, ritmos afrocaribeños, exuberantes paisajes tropicales y encanto isleño. |
Category: Worldwide - Puerto Rico - Industry economy
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on 2025-05-09
Como territorio estadounidense con una fuerte identidad latina, Puerto Rico ofrece lo mejor de ambos mundos en viajes seguros y llenos de vida con un sabor cultural inconfundible, muy presente en el Viejo San Juan; en sus bellas playas y en su naturaleza exuberante en las cumbres del bosque tropical de El Yunque.
La Isla atrae a los visitantes por su diversidad, autenticidad y calidez. Sin embargo, más allá de los caminos más transitados se encuentra la cautivadora costa oeste, una región de playas naturales, reservas de biodiversidad y pequeñas ciudades costeras llenas de alma y patrimonio.
Rincón: capital del surf y del oro al atardecer
Escondido en el extremo noroeste de la isla, Rincón se ha ganado una reputación legendaria entre surfistas y viajeros de espíritu libre.
Conocido por su energía y sus espectaculares puestas de sol, este antiguo pueblo pesquero se transformó en un paraíso mundial del surf tras acoger el Campeonato Mundial de Surf en 1968.
En la actualidad, playas como Domes, Maria's y Tres Palmas siguen atrayendo a los amantes de las olas, mientras que los no surfistas pueden disfrutar de las vistas panorámicas desde el faro de Punta Higüero, una reliquia encalada, de 1892, encaramada sobre los acantilados oceánicos. De enero a marzo, el faro es también un lugar privilegiado para avistar ballenas jorobadas en su migración por aguas puertorriqueñas.
El encanto de Rincón reside en su ritmo pausado y en el color local: mercados de agricultores, estudios de yoga, galerías de arte y chiringuitos de playa coexisten en una ciudad que sigue teniendo los pies en la tierra.
El Hotel Tamboo ofrece una experiencia en primera línea de playa que combina la elegancia rústica con un ambiente relajado, cenas con vistas al mar, música en directo y acceso directo a la arena para una estancia elegante con un toque tropical.
En cuanto a restaurantes, La Copa Llena, en el Black Eagle, ofrece marisco fresco en un ambiente vibrante frente al mar, mientras que The English Rose, encaramado en las colinas, es muy apreciado por sus brunchs en terrazas panorámicas y su jardín botánico.
Cabo Rojo: suelos rosa salado y belleza costera
Más al sur, Cabo Rojo ofrece otro tipo de encanto costero: acantilados espectaculares, salinas teñidas de rosa y un ambiente que sigue siendo uno de los secretos mejor guardados de Puerto Rico.
El emblemático Faro de los Morrillos, de la época colonial, situado en una zona alta azotada por el viento, domina una línea de costa que parece sacada de un plató de cine. Los amantes de la naturaleza pueden explorar el Refugio Nacional de Fauna de Cabo Rojo, una extensa zona protegida que alberga más de 145 especies de aves, entre ellas, el mirlo de hombros amarillos, en peligro de extinción.
Cerca de allí, la descarnada belleza de las salinas y los manglares circundantes crean un paisaje surrealista ideal para fotógrafos y excursionistas.
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